Creo en la evidente naturaleza social de los seres
humanos. El entorno nos enseña las normas de convivencia y a desarrollar
personalidades individuales para vivir en el planeta.
Creo en los libre-pensadores, críticos con los
condicionamientos sociales y los horizontes comunes, que pretenden una
felicidad subjetiva y se encuentran con los conflictos de poder.
Creo en el imponente poder erótico-sexual de las
mujeres, controlan mejor el impulso sexual, poseen 3 áreas (clítoris, vagina,
punto g) para alcanzar el clímax, duran más tiempo excitadas, pueden sentir
multi-orgasmos y provocar la eyaculación a varios machos.
Creo en la superior inteligencia emocional de las
mujeres que han detectado las debilidades de su pareja, han sabido manipular a los machos (tradición) para lograr sus deseos y ahora, asumen el poder en la relaciones intimas, superando los
convencionalismos sociales (machismo, pecado), para lograr su felicidad y autoestima personal
Creo en la incuestionable mayor fuerza física de los
machos y en la patente desigualdad laboral-económica entre sexos. Los varones deben
utilizar sus armas para captar la atención de las tentadoras mujeres y
seducirlas.
Creo en las Damas egoístas, que quieren ser
protagonistas de su vida y saben conquistar admiradores que transforman en seguidores
dependientes y sumisos serviciales.
Creo en las Damas atrevidas que desean placer sin
inhibiciones, ni tabús y utilizan sus armas de mujer (imagen-palabras-acciones)
para vencer en la lucha de sexos y gozar de su sexualidad.
Creo en la Relación FemDom, centrada en el amor,
la interdependencia (causa-efecto, D/s, etc.) y la felicidad subjetiva de los
intervinientes y cimentada en normas de relación que fomenten la
satisfacción-bienestar femenina y el orgullo-dependencia del sumiso.
Creo en la libertad de las Dominas para
relacionarse con uno-varios machos, para probar a sus pretendientes en público-privado,
para evaluar su competencia en sesiones o encuentros y para seleccionarlos como
amante-puta, mecenas-pagafantas, lacayo-ayudante, mascota-cosa…
Creo en los sumisos que practican sinceridad, fidelidad y
entrega real-virtual, predispuestos a superar sus límites mentales-emocionales
y a evolucionar hasta la esclavitud.
Creo en Amas empáticas que escuchan al sumiso
antes de poner la música que deben bailar, mandan tareas-acciones sin
alterarse, inspeccionan ejecuciones, atenciones y roles asignados, y realizan
sesiones BDSM habituales de disciplina-adoración para mejorar la relación
FemDom.
Creo en Mistress asertivas que ejecutan premios
(devoción, compañía, servicios, etc.) o castigos (bondage, fustigar, torturas,
etc.) según los sueños-límites y resistencia física-mental del sumiso y para
domar-reeducar a los aprendices-aspirantes a esclavos.
Creo en Dueñas terrenales que acepta errores
ajenos y propios, que someten-esclavizan voluntades, que humillan-modulan las
pasiones, que controlan-hipnotizan sus propiedades humanas, que
dirigen-gestionan conductas, sexualidad, economía, etc.de otros, para su felicidad.
Harem-Cuadra |
Creo en la Diabla manipuladora que juega y disfruta de su
Cuadra de esclavos a capricho.
Creo en una Diosa-Diabla atractiva, que cuente sus
experiencias; que sea modelo y referencia de los feligreses del BDSM, sin
proponérselo; que influya-reine sobre creyentes-curios@s, Sádic@s-Masoquistas, Dominantes-sumis@s y Am@s-esclav@s.
Creo
en una sacerdotisa Diosa-Diabla que transforme admiradores y seguidores de las
mujeres en devotos del FemDom y practicantes-divulgadores dinámicos de su
filosofía-religión.
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